Por qué no puedo legar mi biblioteca digital



comillas[...] no somos propietarios de aquellos contenidos digitales que compramos, solo los alquilamos de por vida [...]

Bruce Willis Junga de Cristal

Es algo que lleva tiempo sucediendo, pero como en tantas ocasiones un rumor convertido en noticia hacía saltar el debate hace unas semanas: se decía que Bruce Willis había demandado a Apple por prohibir en sus condiciones que sus hijas pudieran heredar su gran colección de música en iTunes. La imagen tenía un toque gracioso... ¿Quién no se imaginó a Bruce Willis vestido como en Jungla de Cristal, metralleta en mano, luchando contra la compañía de la manzana? (yo si, vaya).

Pero la cuestión de fondo era mucho más seria e hizo que muchos usuarios constataran una realidad: no somos propietarios de aquellos contenidos digitales que compramos, solo los alquilamos de por vida; pero cuando muramos, esos artículos serán legalmente intransferibles.

Se trata de un debate producto de un cambio de paradigma en la manera de disfrutar la cultura en plena era digital; consecuencia de un avance de la tecnología que nos ha proporcionado nuevas posibilidades, como la portabilidad entre dispositivos, la compra digital, el almacenamiento en la nube... gracias a ello disfrutamos de plataformas tan conocidas para la música como Spotify o Grooveshark, y en juegos de Origin o Steam. La cuestión es que si hasta ahora habíamos disfrutado con las ventajas de este sistema como un niño con un juguete nuevo, ahora empezamos a darnos cuenta de sus carencias.
¿Pero cuales son las ventajas y desventajas de la compra de bienes culturales digitales?

Ventajas


    La Nube aumenta nuestras posibilidades como consumidores
    La Nube aumenta nuestras posibilidades de consumo.
  • Compra desde casa.
    O desde la calle, o desde casa de vuestros abuelos en el pueblo más recóndito del país. Nuestros archivos están vinculados a una identidad, no a un lugar o un dispositivo, por lo que podemos disfrutarlos en múltiples aparatos y en cualquier lugar que tenga Internet. Y si antes el adsl o el wifi ya permitían cierta movilidad, ahora el 3G y similares permiten tener conexión en prácticamente cualquier parte.

  • Múltiples dispositivos, gran compatibilidad.
    Aunque me hubiese quedado atrapado en un tren durante todo el día a 100 kilómetros de la oficina, seguramente podría haber redactado este artículo y haberlo enviado por Internet desde mi smartphone. Y consultar el correo, y visitar webs... las plataformas digitales cada vez más convergen para que los programas y archivos puedan utilizarse con una presentación similar en computadoras, móviles, consolas...
  • Ofertas exclusivas.
    Cuando el precio del mercado físico parece demasiado para nuestros bolsillos, es fácil que encontremos la oferta de nuestros sueños en tiendas digitales como iTunes o Steam. El ahorro de las compañías en costes de distribución permite lal bajada de precios y un gran catálogo.
  • Almacenamiento en la nube.
    Quieren asesinar a nuestros simpáticos pendrives... y es que además de permitir guardar copias de seguridad en Internet a las que podemos acceder luego desde muchos dispositivos, el Cloud Computing también permite servicios como los de Steam Cloud, que permiten guardar partidas en línea.

Desventajas


    Dónde están nuestros datos
    Dónde están nuestros datos.
  • Dependemos de una cuenta registrada.
    En la que ofrecemos nuestros datos, mail, dirección, teléfono, tarjeta de crédito... algo con lo que deben soñar los hackers que roban en los servidores y se encargan de revender esos datos a molestas empresas de marketing y publicidad. Cuidado con la seguridad.
  • Nuestros datos y archivos se encuentran en servidores externos.
    ¿Que pasa si esos servidores se rompieran o si la empresa quebrara?

  • ¿Donde están guardados físicamente nuestros archivos...? Si preguntáis a las compañías propietarias, veréis que no os dejaran saberlo.
  • Las compañías pueden acceder a nuestros datos vulnerando nuestra privacidad.
    Y no es broma. Amazon vendió por error dos títulos de George Orwell a un usuario. Sin previo aviso ni consentimiento, accedieron a su equipo, borraron los productos y devolvieron el dinero en su cuenta. Posteriormente pidieron disculpas, pero ya quedó claro que las mayores compañías de software de la actualidad tienen todo atado y bien atado, más allá de "pequeñas trabas" como la privacidad.
  • No podemos transferir nuestros archivos ni dejarlos en herencia.
    El punto central del debate... tal y como se lee en la mayoría de contratos de usuario que la mayoría omitimos, esos datos son intransferibles a terceras personas. Y eso no solo se refiere a aquel amigo al que le dejaríamos probar nuestros juegos si pudiéramos, si no que indica que nuestros hijos o familiares no podrán heredar nuestros bienes cuando muramos. En este sentido resulta muy expresiva la declaración para El País de Milagros del Corral, exdirectora de la Biblioteca Nacional:

  • comillasHa llegado la hora de dar la batalla para evitar que muramos dos veces, que a la muerte del cuerpo se una la desaparición de la memoria del alma, sacrificada en el altar de un comercio que carece de ella.

¿Alguna otra opción?

Como ya he dicho, este modelo de distribución de bienes culturales ha provocado que en muchos casos podamos disfrutar de más títulos y artículos a precios reducidos. Sin embargo, las duras condiciones de las grandes compañías (existen empresas que no utilizan este modelo, pero quedan eclipsadas por las más grandes). Esta es una de las razones por la que aquellos que creen en una cultura compartida por todos promueven el uso de las redes P2P con programas como eMule, Ares o BitTorrent (este último por cierto, monitorizado por defensoras de derechos de autor).

Somos propietarios de nuestra biblioteca digital
¿Somos propietarios de nuestra biblioteca digital?

De una forma u otra, no se trata de una cuestión que pueda resolverse en un par de días, pues estamos hablando de la forma en que nosotros y nuestras siguientes generaciones disfrutaremos de la cultura digital. ¿Cambiarán las leyes para permitir una mayor privacidad y la transmisión de nuestras compras? ¿Tendremos que acostumbrarnos a este modelo de "pago por servicio" y abandonar el de "pago por propiedad"? Aunque poco a poco las leyes y el mundo digital se van armonizando, como podéis ver en esta interesante sentencia por la reventa de software. Como usuarios de Internet, ¿Qué pensáis vosotros de todo esto?






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