
Internet es uno de los lugares donde pasamos más tiempo al usar nuestros equipos. Y esto significa utilizar un navegador web para buscar páginas, visitar nuestras redes sociales... en estos últimos años la competencia entre los navegadores ha sido continua, y Opera, Firefox y Chrome han ido subiendo como al espuma dejando en muy mal lugar a Internet Explorer, el navegador de Microsoft, que viene de forma predeterminada con Windows.
Con Internet Explorer 10, Microsoft está intentando recuperar posiciones, y para ello no ha dudado en arriesgar con un lavado de imagen muy al estilo de su nueva interfaz Modern UI. Ese cambio, sin embargo, asusta a más de un usuario cuando lo abre por primera vez. Su aspecto está pensado para facilitar mucho la navegación en dispositivos táctiles, y esto lo puede hacer incómodo para los que usamos teclado y ratón... aun así, lo primero que tendremos que saber es que, como en otras apps actuales, disponemos de una versión de escritorio tradicional y otra para Modern UI. La versión de escritorio apenas muestra diferencias de uso con IE 9, pero la que está especialmente diseñada para interfaz Metro merece una pequeña guía que introduzca su funcionamiento:
Un primer vistazo

En primer lugar, este navegador se abre siempre en pantalla completa. El impacto visual en monitores grandes es mayúsculo, y aunque beneficia las páginas con un diseño estético más actualizado, las páginas más modestas quedarán extrañas y anticuadas... más allá del aspecto estético, la pantalla completa consigue que el contenido del navegador se adapte al formato de nuestro dispositivo, sea el que sea.
Por lo demás, la pantalla está limpia, puro minimalismo y todo es contenido, así que nos olvidamos de las antiguas ventanas. Para hacer que aparezcan funciones como la barra de navegación, las pestañas, etc. lo haremos con un simple clic derecho del ratón en cualquier lugar de la pantalla. Entonces veremos como aparece una barra con las diferentes pestañas abiertas en el margen superior, y otra con la barra del navegador y otras opciones en el margen inferior.
Esto de las pestañas cobra mucha importancia en esta versión, ya que Internet Explorer 10 para Windows 8 no deja abrir más de una ventana del navegador. Eso si, como cada pestaña tiene su propio historial y búsquedas, en el caso de que una fallase una no se cerraría toda la aplicación. En la práctica, las pestañas funcionan casi como ventanas individuales. ¿Y cómo cerraremos esas pestañas? Con el símbolo "X" de cada una. Si queremos crear una nueva, podemos usar el icono "+" o utilizar la combinación de teclas Ctrl+T, que nos llevará a otra ventana con varias posibilidades:
- Elegir una web de nuestro historial reciente.
- Buscar una web dentro de nuestro historial.
- Abrir una de las webs de nuestros “favoritos”.
El símbolo "..." nos permite cerrar varias pestañas a la vez, así como iniciar una nueva con navegación "InPrivate". Sin dejar historial, sin guardar sesiones... algo similar al modo incógnito que ya incluyen Chrome y Firefox.
La barra inferior

Al hacer clic derecho en la pantalla, aparecerá también la barra inferior, en principio solo con la barra de dirección. Si pulsamos sobre ella tendremos la posibilidad de escribir la ruta, y aparecerán encima como un menú contextual nuestros "favoritos" o marcadores. También se mostrarán las webs que visitamos con mayor frecuencia.
A la derecha, un icono de pin tanto para agregar la página que estamos visitando a Favoritos como para anclarla. Con su Favicon y el nombre que queramos darle, podremos tenerlo disponible en el escritorio y buscarlo como si fuera una aplicación.
Las flechas para avanzar y retroceder nos permiten navegar rápidamente e ir adelante y atrás en nuestro historial. Es algo que también se puede hacer si ponemos el cursor en los laterales, ya que entonces aparecerán unas flechas que podemos usar para desplazarnos.
El icono de la llave inglesa nos permite, además de otras opciones, alternar el navegador con el formato clásico, así que éste tendrá que ser al que recurras si tienes pánico ante el vacío minimalista de IE 10. El formato clásico incluye el resto de características más avanzadas, como opciones para desarrolladores, ver código fuente, etc.
Aunque el menú contextual clásico ha desaparecido, lo tendremos más o menos integrado en la barra inferior. Así, si hacemos clic derecho sobre una imagen, abajo tendríamos una opción para copiarla, por ejemplo.

Otras novedades
Más allá de los aspectos de manejo, Internet Explorer 10 viene con unas características con las que espera arrebatar adeptos a Chrome y Firefox. Según dicen, es el navegador más rápido para Windows 8, y como poco ha dado un gran salto en comparación a las versiones anteriores. De hecho, es algo bastante fácil de observar y supone una grata sorpresa.
Lleva el "Do Not Track" activado de serie, una opción que envía a cada página que visitamos una solicitud para no ser rastreados mediante cookies. Esto ayuda a una navegación más segura, junto con la opción de abrir según que contenidos en un sandbox o espacio aislado para evitar los ataques de páginas maliciosas.
Además de eso, soporta un mayor número de funciones con los nuevos estándares de la web, HTML5 y CSS3, que están llamados a ser el futuro gracias a su facilidad multiplataforma.

En definitiva, un navegador rápido, potente y bonito, muy preparado para dispositivos táctiles. En el entorno de tablets y smartphones supone un gran avance, y llega con fuerza para ganar terreno. Eso si, la versión metro para PC se antoja escasa, y pronto acabaremos pasando al formato tradicional para, por ejemplo, poder activar extensiones y tener completa disponibilidad con Flash, Java, etc. Si tenéis Windows 7 y pensáis quedaros con él, existe actualmente una versión de prueba de Internet Explorer 10 para sistemas de 64 bits, similar a la diseñada para escritorios tradicionales.
Viendo lo visto ¿Qué opináis de Internet Explorer 10?