
Que los cartuchos de tinta van carísimos y parece que estuvieran hechos con sangre de unicornio lo sabemos todos. Y por ello, muchas veces acabamos prescindiendo de nuestra impresora, usando los servicios de copisterias para nuestras necesidades. Pero esto puede resultar más caro a la larga... por lo que nos vendrá bien conocer una serie de consejos para ahorrar tinta y conseguir que cada cartucho dure más que un nokia de los antiguos (bueno, tanto no).
1. ¿Es necesario de verdad imprimir?
Aunque parezca algo muy básico, es lo primero que deberíamos preguntarnos.
Podemos imprimir documentos por necesidad, como cuando nos piden papeles para algún trámite administrativo. En este caso, lo importante es imprimir con una calidad que nos permita mostrar todos los elementos de forma clara. No necesitamos, sin embargo, imprimir en color.
Otro caso habitual sería el de los currículums profesionales; queremos destacar con una impresión de calidad, pero si nos pasamos de tinta en un papel normal puede quedar más manchado que otra cosa. Piensa que lo que destaca en este tipo de documentos es el contenido, y luego quizás, el diseño: limpio, conciso y breve. No imprimas además muchas copias de cada currículum "por si acaso". Es muy probable que para la próxima oferta necesites actualizarlo.
2. Adapta el documento que vas a imprimir
Si queremos llevarnos en papel el contenido de una web, no es necesario que gastemos tinta imprimiendo sus anuncios, colores, etc. Si queremos, por ejemplo, un artículo, una solución genial es hacerlo desde Evernote Clearly: esta aplicación genera una versión simple, legible y elegante del documento, que podemos imprimir directamente.
Otros trucos habituales son utilizar un tamaño de letra más pequeño, prescindir de imágenes o dejarlas en blanco y negro, etc. Si no queremos hacer esto de forma manual, existen webs como PrintWhatYouLike y PrintFriendly que nos facilitan el adaptar las páginas web a un formato eficiente para su impresión.

3. Utiliza una tipografía económica
Las fuentes, es decir, el tipo de letra que utilizamos en un documento, pueden influir en el gasto de tinta. Por ejemplo, las fuentes Impact y Cooper Black gastan más que Garamond o Courier (Times New Roman estaría en un punto medio).

También existe una fuente especial diseñada para ahorrar, Ecofont. Con sus agujeros casi imperceptibles en el interior de las letras podemos llegar a ahorrar más de lo que pensamos.
4. Configura las opciones del menú de impresión
A veces, sin necesidad de irnos a cosas más complicadas, lo mejor es aprendernos las funciones del propio menú de impresión predeterminado de nuestra impresora. Éste variará dependiendo del modelo, pero seguramente encontremos funciones para ahorrar utilizando solo tinta negra, o un modo especial de ahorro de cartucho. Desde aquí también podremos variar la calidad de la impresión, según nuestras necesidades.
5. Utiliza los drivers oficiales de tu impresora
En relación al anterior punto, lo mejor es que uses los drivers correctos para tu impresora. Esto es, el software oficial en su versión más actualizada que conecta el dispositivo con Windows. Esto logra una mejor conexión y ofrece todas las funciones de fábrica para sacar el máximo partido a nuestra impresora.
Para comprobar la versión de nuestros drivers y encontrar los necesarios existen utilidades como Driver Fusion.
6. Recurre a programas especiales
¿Qué quiero decir con "programas especiales"? Pues utilidades de software como Inksaver, un programa que nos ayuda a ahorrar en tinta controlando la calidad del resultado. En este tipo de software también destacamos EcoPrint2.

7. Utiliza la impresora adecuada
Si estás pensando en comprar una impresora, piensa en el uso que más le darás; si por ejemplo solo imprimirás documentos en blanco y negro te conviene más una impresora de láser monocromo, en vez de una de chorro de tinta.
8. Utiliza el papel adecuado

Bien, esto no ahorra tinta realmente, pero es un consejo que va dirigido a que obtengamos un resultado óptimo con cada impresión. Si necesitamos una portada o un documento lleno de imágenes de calidad con alta resolución, no deberíamos usar un papel convencional para ello. Existen papeles especiales más gruesos utilizados en fotografía que aguantan más, no se arrugan y permite que los colores queden mejor.
Y lo mismo va a la inversa: un papel normal o reciclado es suficiente para las impresiones más vulgares. También podemos usar las hojas mal impresas y el inverso de las hojas para imprimir documentos que no tengamos que presentar en público.
9. Adiós al papel. Bienvenido a lo digital

Obviamente, el papel no va a morir en un futuro próximo, y hay ocasiones en que no se puede prescindir de una impresión. Pero el formato digital tiene una fuerza enorme hoy en día, y nos evita gastar en papel y tinta, utilizando para ello la tecnología, Internet y los últimos dispositivos móviles. Estos son algunos ejemplos:
- Además del currículum en papel, enviar los documentos por correo electrónico o utilizar redes laborales como Linkedin puede abrirte muchas puertas depende del sector al que aspires.
- Para tomar notas online, guardar una lista de la compra, etc. podemos utilizar programas de anotación rápida en nuestros smartphones Evernote tiene una versión móvil de hecho
- Cada vez existen más métodos online para realizar gestiones administrativas o bancarias, así como para generar y guardar facturas.
- Con los servicios de almacenamiento en la nube podremos disponer de nuestros archivos desde cualquier dispositivo con Internet. Algunos de los más populares a día de hoy son Dropbox y MediaFire Express.
10. Un último truco...
Si necesitas desesperadamente imprimir un documento y tu impresora ya avisa de la falta de tinta, en PortalProgramas te explicamos un truco especial que puede salvarte el día... ¿Quieres conocerlo?

Le deseamos una próspera y larga vida a tu cartucho de tinta ¿Y tú, conoces otras maneras de ahorrar con tu impresora?